JardinVD

Manos a la obra

Rincón privado

Un lugar de juegos, un sitio de reflexión o simplemente un espacio en altura para contemplar el paisaje. Las formas de habitar el jardín son distintas, sin embargo, todas nos conectan con la naturaleza, nos transportan a buenos momentos y nos contagian con la inocencia de los niños.

Texto, Soledad Salgado S. Producción, Paula Fernández T. Fotografías, Carla Pinilla G.

Hora de explorar

En medio de una zona boscosa del terreno, donde existe una buena distancia entre los árboles, está esta construcción pensada para ser un excelente lugar de juegos, como también un sitio ideal para el avistamiento de aves; de hecho, un letrero advierte de esta situación. Situada en Aguas Claras, Cachagua, fue realizada por Vladimir Rojas, de Maderas Coirón, quien ya es un nombre conocido en el área por la realización de mobiliario de exterior, fogones, piscinas, quinchos. “Esta es la más grande que hemos hecho y, a petición del propietario, incluimos un puente colgante que llega hasta una terraza en la parte baja de la casa. Luego se sigue subiendo por una escalera”, cuenta. A 8 m de altura, fue un gran desafío, sobre todo el sistema de anclaje del puente, hecho con durmientes apernados tras los árboles. Obviamente, siguiendo la tradición cachagüina, el techo es de coirón. soluciones@coiron.cl; teléfono 99888 6507.

Guarida perfecta

Era una petición reiterada de sus tres hijos hombres. Tanto que esta pareja se decidió, por fin este año, a cumplirles el sueño de la casita de juegos. El lugar escogido fue un sector junto al quincho, donde se respetó un tulipero existente que terminó siendo parte de la construcción. “La forma –como la puerta corredera– resultó de ideas que todos dimos y algunas imágenes que sacamos de Pinterest”, comenta la dueña de casa. Aquí juegan a las batallas y es un perfecto escondite también, con una altura de suelo a cielo de 1,5 m. Un puente colgante conecta la casita con el sector donde está la casa de la abuela, atravesando una zona de plantas bajas.

Mundo irreal

Un entretenido trabajo en mimbre tiene esta casita ubicada en una parcela de Chicureo. Fue proyectada por la arquitecta del paisaje Daniela Casanello y la arquitecta Valeria Flores, de la firma Ecoplan, especializada en proyectos de paisajismo que conectan a los niños y sus familias con la naturaleza, a través de espacios lúdicos y sustentables. Junto con el artista Alejandro Abarzúa realizaron este volumen con ramas de mimbre recocido que sigue las formas orgánicas del terreno donde se emplaza, en medio de una serie de lomas de pasto. No solo es un perfecto refugio de juegos para los niños de esta familia, sino que también puede eventualmente ocuparla un adulto para leer tranquilo o adolescentes que quieren conversar en privado. La parte interior lleva una estructura metálica, y su mayor altura es de 1,5 m (2,4 en total).

Multiuso

Este jardín en Vitacura también fue diseñado por Ecoplan, incorporando una entretenida casita para los tres hijos hombres de la pareja. La zona en la que se encuentra, junto a una parkinsonia, es además un área dura para jugar, donde también ubicaron una serie de rocas para escalar.
Hecha con madera de pino impregnado, la construcción ofrece distintas alternativas de juego: un tubo de bomberos, dado que les gusta disfrazarse; una barra de ejercicios y una escalera desmontable para cuando juegan a esconderse. Abajo, una banca se transforma en mesa para, por ejemplo, hacer un pícnic al exterior. Una luz led permite que le llegue iluminación al anochecer. “Adentro, incorporamos cajoneras para que cada uno guarde sus cosas”, cuenta Daniela (@ecoplan_chile)

Todos bienvenidos

Ocupando varios materiales encontrados en el campo familiar en Lo Herrera, como antiguos rodrigones de un parrón que se eliminó, el propietario, con la ayuda de un maestro, levantó una casa de juegos sobre un castaño existente y unido a otro a través de un puente. El lugar está pensado para todos los niños de la familia –hijos, nietos, sobrinos– y con refuerzos de fierro para conseguir una mejor estructura. “Entre las cosas que compré está el yute para el puente y tejas asfálticas para el techo de la casa, que permite una buena impermeabilización”, cuenta. La casa está ubicada a 2,2 m de altura, sin embargo, comenta que los niños son cuidadosos y que los más pequeños suben en compañía de un adulto.

Espacio creativo

EL MERCURIO

Tres cerros se pueden ver desde este lugar, ubicado en un campo en Vilches: Tres Cuernos, El Molinillo y El Peine. El dueño la mandó a hacer con un maestro con experiencia en construcciones y que además cuida la propiedad, pensando en contar con un refugio para él y su hija Amparo, de 12 años; una especie de casa taller donde desarrollar la creatividad a través de la pintura y las manualidades. “Varias paredes están ya intervenidas”, comenta. La idea fue una creación propia –hasta con vitrales incluidos–, pero que nació de revisar revistas y libros sobre casas en los árboles. Está sobre un álamo centenario y tiene una original escalera que rodea parte del tronco para el acceso.

Puro juego

“Teníamos ganas de tener una casa sobre un árbol para que los niños jugaran, y nos propusimos hacerla nosotros mismos”, dice la dueña de esta casa en La Reina, con un amplio jardín. Sin embargo, luego de construir la plataforma o base sobre un árbol que se desganchó en un invierno en que hubo nevazones, encontraron un modelo que vendían listo en Hobbymarket. Así es que fue llegar e instalar. Sumado a esto, como su marido practicaba escalada, pensaron que un buen complemento era armar, también, un muro con las piezas que él tenía guardadas y que solo debieron pintar con spray para hacerlo más lúdico. Además, pusieron un columpio hecho a partir de neumáticos reciclados.

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